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La actitud del conductor defensivo
La actitud del conductor defensivo |
Para ser un conductor defensivo se deben conjugar dos tópicos primordiales, aptitud y actitud. Las aptitudes son aquellas que demuestra el conductor por su habilidad, precisión en las maniobras y rápidos reflejos. Las actitudes se relacionan con la forma de comportarse, es decir, cómo la persona decide ser en el tránsito, identificarse con la seguridad o con el riesgo permanente. • Explorar los potenciales peligros que le puede ofrecer el tránsito en los próximos instantes, es decir, no dejarse sorprender por situaciones que eran previsibles. www.cesvi.com.ar |
Recomendaciones para tu seguridad en el vehículo
consejos útiles
Las ruedas no balanceadas producen:
- Incomodidad al conducir
- Pérdida de kilometraje
- Reducción de la vida útil de los componentes
- Desgaste de la suspensión
- Desgaste irregular localizado en la banda de rodamiento, etc
Al cambiar los neumáticos se deberá controlar la alineación, siempre que los mismos presenten desgaste irregular, producto de impactos fuertes de lomos de burro, agujeros en las calles u otros obstáculos.
Se recomienda efectuar la rotación de los neumáticos entre los 10.000 y 12.000 kilómetros.
Los vehículos traen cubiertas montadas como equipo original donde está prevista la carga máxima por eje, y la velocidad máxima que pueden desarrollar.
El montaje de los neumáticos deberá ser homogéneo, tener igual índice de velocidad, igual índice de carga en el mismo eje, excepto en la utilización provisoria de la rueda auxiliar.
Los desgastes irregulares en las bandas de rodamiento se producen por diferentes causas, como por ejemplo: frenos mal regulados, caídas positivas o negativas, suspensión en mal estado, etc.
Debe tenerse en cuenta el inflado de los neumáticos con la presión que corresponda al tipo de suelo. Esto dará seguridad, economía en el gasto de combustible, mayor duración en la vida útil del neumático y además, mayor confort.
Poca o baja presión provoca mayor temperatura en los componentes del neumático. Esto es irreversible y puede provocar la malformación del mismo. Esta manifestación a veces no surge de manera inmediata. Se recomienda controlar el inflado de los neumáticos, incluyendo el auxiliar cada 15 días, y en frío; vale decir que haya rodado muy poco y a velocidad reducida.
Cuando se cambien las ruedas es aconsejable cambiar también las válvulas, y controlando que éstas tengan su tapón correspondiente para garantizar la hermeticidad del neumático.
Siempre que se disponga modificar la medida de la llanta deberá consultarse con el profesional que atiende el vehículo para no cometer serios errores que pueden causar severos daños.
Todos los neumáticos llevan en la banda de rodamiento testigos que indican cuando están próximos el cambio de los mismos. Toda anomalía deberá ser revisada por el profesional que señalará si es necesaria o no su reparación.
Cuando un neumático lleva una sobrecarga del 20 % perderá el 30% de su capacidad de rendimiento. No hay que olvidar que las frenadas frecuentes pueden disminuir considerablemente la vida útil de los neumáticos